lunes, 24 de junio de 2013

A veces me imagino como sería abstraer mi vida en fotogramas.
Algunos los imagino como imágenes algo borrosas y desenfocadas de mi antebrazo
o mis pantorrillas,
las siguientes pueden ser un plano acercado de mi enorme sonrisa con todos los detalles
posibles, las comisura de los labios, las hendiduras de mis mejillas, 
las pequeñas y tiernas arruguitas alrededor de los ojos,

Unas podrían estar plagadas de lucecitas multicolor, rellenando el espacio de atrás
Como explosiones de emoción intermitentes, muy hermosas cada una de ellas.
En otras puedo estar a punto de saltar de un abismo, con el papel velado
como si se me hubiera borrado la memoria.

Y cómo quisiera a veces que así fuera.
Tal vez retroceder la cinta hasta el punto donde era inocente, mocosa y dulce. Angustiosamente
feliz.
Me detengo unos minutos y miro.
Cómo quisiera ser una mujer de sonrisa plana,
que se envuelve en humo y melodías, que danza al ritmo de la insania
y regresa a la calma con la suavidad de una inútil pluma,
que dibuja con los dedos, los paisajes mas bellos y con los pies  
los cubre de arena.



Lo cool de esto es que sólo lo verán un par de
desocupados insomniacos, noctámbulos que
jamás conoceré en mi vida.

Así que aquí puedo ponerme la máscara que quiera, 
la que se me antoje para el clima, para el escenario presente
puedo hasta usar mi propio rostro, ¿por qué no?